En la siguiente figura se muestran las 5 principales rutas que constituyeron el legado Andalusí en la actual Andalucía, donde también se ha señalado la ubicación de los castillos y fortalezas existentes en la época islámica
Una gran parte de estos castillos ya no existen actualmente o están muy deteriorados, y otros fueron sometidos a reformas y modificaciones posteriores, por lo que fue necesario realizar una intensa labor de documentación histórica, recibir asesoramiento de estudiosos, e identificar y medir vestigios y restos para poder realizar la reconstrucción ideal de las fortalezas y recintos amurallados existentes en la época islámica.
También se incluyen algunos castillos ubicados fuera de Al-Andalus, además de algunas maquetas de otros lugares de interés, y edificios simbólicos, tanto civiles como religiosos, que existieron y que, por distintos motivos, no perduraron hasta nuestros días.
La gran mayoría de los castillos se encontraban enclavados en lugares elevados. El proceso de construcción de las maquetas se inicia reproduciendo el relieve del terreno; para ello, se ha partido de los planos topográficos detallados de cada zona con una escala determinada, construyéndose “rodajas” de escayola con el mismo perímetro que las curvas de nivel de los planos y superponiendo las mismas.
Una vez conseguido el relieve topográfico del terreno, se realiza, también en escayola y a la misma escala, el recinto amurallado y la fortaleza a partir de las mediciones de vestigios y restos que aún se conservan y de la documentación histórica y el asesoramiento de estudiosos. Para ello, previamente se construyen, de forma manual y con herramientas artesanales, los moldes de escayola (los negativos) que permitirán obtener las diferentes torres, almenas, pináculos, trozos de muralla, etc, que se van acoplando hasta obtener el conjunto completo.
A continuación, a partir de documentación gráfica histórica y de fotografías tomadas en la zona, se termina de “igualar” y reproducir con escayola la orografía real del terreno.
Posteriormente, se pinta la maqueta con colores al agua y colas, se lleva a cabo una instalación eléctrica para incorporarle una tenue iluminación, se ajusta sobre una base de madera y se protege el conjunto con una urna de cristal.